martes, 31 de enero de 2012

No es humano. Aún: La Cosa del Otro Mundo (2011)



En el año 1982, se estrenó "The Thing" de John Carpenter, un remake también de una adaptación de los años 50 de la historia "Who Goes There?" en su momento ignorada en gran parte debido a su estreno el mismo verano que "E.T." de Steven Spielberg, enterneció al mundo demasiado para querer saber de alienígenas malvados. La historia de un grupo de refineros que se topan con un ente capaz de absorber y convertirse en cualquiera de ellos, fue llevada a sus límites más grotescos por Carpenter, y fue solo mucho tiempo después, cuando adquirió el status de película de culto para aquellos de estómago fuerte. Comparada a otros clásicos como "Alien", "The Thing" también era bendecida por la música de Ennio Morricone, la cual dotaba la atmósfera de desesperanza total, y unos dantescos pero maravillosos diseños de criaturas obras del maestro Stan Winston.

La noticia de una precuela no fue muy bien recibida por los seguidores, mucho menos después que se diera a conocer que se emplearía CGI para realizar los efectos de las criaturas, o que el título que llevaría sería el mismo que la película original, lo cual olía más a remake que otra cosa.

Por tanto casi tres meses después de su estreno en Estados Unidos, llegó a mi pueblito, y pues escépticamente nos dimos a la tarea de hacerle un chequeo, en una sala prácticamente vacía, donde mi carnal bien pudo convertirse en la cosa y absorberme sin que un alma se diera cuenta.

La película comienza con el descubrimiento por parte del campamento noruego de la nave espacial que contiene al alienígena, y notable es que se de cuidado a que la manera de presentar los títulos iniciales, sea un eco de los de la primera película. Desde ese momento, uno se atreve a esperar que al menos, sea un buen homenaje, y que al tener cuidado de dichos detalles, sea cuando menos respetuosa.

Tras el descubrimiento llega la obligatoria investigación de la criatura, y todos los desagradables encuentros cercanos que irán acompañados al llevarla al campamento. En un inicio resulta decepcionante que las primeras apariciones de La Cosa sean tan poco sorprendentes en comparación a la original, en donde el horror iba escalando con cada aparición adoptando proporciones infernales, pero es en la segunda mitad de la película donde las cosas se tornan bastante interesantes, con una bien desarrollada variante del fatídico examen de sangre de la película de Carpenter. La escena funciona muy bien en erupción de paranoia a la que se suma la barrera de lenguaje, que acentúa la tensión en la sospecha de quién de los examinados no es humano. El horror manejado en la misma, nos hace sentir durante esos momentos en el mismo universo de la primera, y uno no puede evitar considerar que más momentos similares hubieran hecho destacar más a la cinta.

Si bien el CGI no es perfecto, debo decir que fui a la película conciente de que lo odiaría tras la efectividad de los efectos prácticos de Stan Winston en la entrega anterior, sin embargo, uno se puede notar que hubo esfuerzo en tratar de brindar a los espectadores la misma sensación. Los efectos ciertamente funcionan en la mayoría de las ocasiones, al igual que los diseños de las criaturas.

Las actuaciones de igual manera son más que decentes, encabezando la hermosa Mary Elizabeth Winstead, quien al igual que lo hiciera Sigourney Weaver en Alien, pasa de un elemento más a líder nata sin que se sienta forzado en lo absoluto. Para recordarnos a Kurt Russell y su barba tenemos al ahora famoso Joel Edgerton, quien es competente en un papel más mediano de lo esperado.

La cinta gana puntos por momentos de tensión bien lograda en varios momentos, el ritmo nunca se torna tedioso, y tiene una conclusión que hará que hasta el fan más melindroso sienta cierta satisfacción. El tema de Ennio Morricone es usado en el momento más adecuado, otra razón más que hace notar que si bien la película no es del todo perfecta, se esfuerza en ser respetuosa a la original, sirviendo de buen acompañamiento a la primera, cuidando constantemente que todo encaje con la película a la que antecede en cronología.

No obstante, más esfuerzo pudo haber sido empleado, particularmente en el guión, para que aquellos elementos que la hacen alcanzar por momentos el espíritu de la original, hubieran estado presentes menos aisladamente. A pesar de los aciertos, estos no resultan suficientes para justificar la existencia de la precuela, y sin embargo, es una película de horror y ciencia-ficción muy decente y disfrutable, que en definitiva conduce a querer visitar de nuevo el clásico ochentero en el cual se inspira.

De lo que no cabe duda es que no hay forma que hagan ver menos atractiva a la Winstead:
7/10

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