domingo, 17 de junio de 2012

Prometheus: Happy Father's Day


Tenía mucho, en verdad mucho que no veía una película en cines que fuera lo suficientemente buena y cautivante para desear verla de nuevo al día siguiente. Prometheus es una experiencia excelente en cines, un trabajo de ciencia ficción audaz como no se ha visto en años, pero no es para todos.
Esta, que ciertamente es una precuela de "Alien, El Octavo Pasajero", va mas allá del concepto de la misma, y nos regala más que una secuencia de actos llevando a los sucesos que ya conocemos. Ridley Scott toma una dirección mas audaz y en lugar de regalarnos más de lo mismo o simplemente decirnos cómo se creó el famoso xenomorfo, expande el universo mientras relata una historia nueva y original, y lo que es mejor aún, mientras nos brinda una que otra respuesta ambigüa y sujeta a nuestra interpretación, hace lo que mejor ha sabido hacer y que posicionó como clásico de culto a "Blade Runner", la habilidad para entretenernos, pero no aclararnos todo cuanto hemos visto en pantalla. Esto hace que la experiencia sea aún mas misteriosa durante y después de ver la película.
Para los fans de Alien, hay una infinidad de guiños no sólo de la primera película, sino de las cuatro, sí, nada está lanzado ahí por casualidad, como asegura el guionista Damon Lindelof, ya experto en el arte del misterio como comprobaron los seguidores de "Lost", pero tendrán que ver la película más de una vez para notarlos todos.


Desde su escena inicial, somos tratados con imágenes imponentes, y podemos agradecer que Ridley Scott haya decidido regresar a este género cuando las nuevas tecnologías permiten llevar a cabo sus visiones con la magnitud que siempre había deseado el director. Desde la llegada al planeta (que bien vale saber no es el mismo donde se desarrolla Alien), la atmósfera del film se torna opresora, y si bien no se maneja la misma carga de tensión y horror del clásico de 1979, aquí el suspenso y el temor son de características distintas, mucha de la carga tétrica viniendo del hecho de conocer a nuestros supuestos creadores, y a la vez toparnos con lo desconocido. Es este temor a lo desconocido el que funcionó para Ridley Scott en su primer éxito e inicio de la saga, y es de agradecerse que en lugar de una película cargada de los Aliens ya gastadísimos, nuevamente nos haga no saber que esperar. A cada vuelta de la esquina hay sorpresas, y las disfrutaremos si vamos con una mente abierta y no esperar obtener todas las respuestas, o secuencias y alienígenas parecidos a lo que ya habíamos visto antes.
En cuanto a las actuaciones, todos hacen un gran trabajo, destacando Noomi Rapace y Michael Fassbender; la primera afortunadamente no es una copia de Ripley, pero su evolución es igual de satisfactoria, y el segundo muestra porqué es uno de los mejores actores actuales personificando al androide David.
La música a cargo del joven Marc Streitenfeld no busca hacer eco de Alien, sino reflejar la magnitud atemorizante de esta nueva película, ayudando a mantener el ritmo. Harry Gregson Williams también contribuye con un gran tema que abre la cinta y evoca en varios momentos la "nobleza" de la creación de la Tierra.


El 3D es aprovechado para realzar la profundidad visual con la que Ridley Scott nos deleita a lo largo de toda la película y que suma puntos a su disfrute; es difícil imaginar que la experiencia hubiera sido igual de efectiva sin tanto detalle; ciertamente somos atraídos porque su director nos transporta a otro planeta, y en medio de tantos remakes, cintas de héroes y demas tramas ya conocidas, es refrescante que durante el verano exista una cinta que quiera logra eso y de paso llevar a la reflexión sin dejar de entretenernos.
En nuestro país y en varios otros, puede que la manera en que originalmente cuestiona y afirma elementos del origen que le damos a nuestra fe puedan ser considerados ofensivos para ciertos espectadores, pero la realidad es que no hay nada de qué ofenderse con Prometheus, ya que dichos planteamientos son llevados a cabo de una manera tan ambigüa, que cada quien puede otorgarse a sí mismo su propia respuesta.  Lo cierto, es que el elemento padres-hijos, creadores-invenciones, fe-duda, está presente a todo lo largo, y cualquiera que de verdad preste atención a Prometheus cuando menos saldrá del cine con el mismo deseo de su protagonista a encontrar respuestas sobre aquello en lo que cree, o a cuestionarse si de verdad necesita obtenerlas. Hay toooda una amplia gama de reflexión que puede hacerse también acerca de porqué siendo humanos necesitamos conocer a nuestros creadores, de porqué somos tan vulnerables a nuestros padres, y si conocer a nuestros creadores puede redimirnos de nuestros padres. Finalmente un hijo va a un padre buscando respuestas, declaraciones de su identidad, y un creyente, como los científicos de Prometheus, van buscando también las respuestas o la ayuda que pueda salvarlos.


Nadie tiene las respuestas a todas estas cosas y Prometheus es suficientemente atrevida, pero también comprensiva de esto. A pesar de lo anterior su falla más notable es sacrificar el entendimiento de sus mensajes dada la ambigüedad usada, y podríamos restarle puntos por ciertas escenas con decisiones de personajes tan absurdamente a favor de la trama, pero vamos, cuando no es gracioso, tiene un muy buen pay-off.
Pero en conclusión, Prometheus es la propuesta más original e interesante que he visto en este año, seguramente los años la convertirán en una película de culto y no tengan duda, es de lo mejor que verán en este verano.

9/10

Si necesitan respuestas, o interpretaciones, esta página puede llevarlos en la dirección correcta, si su mente lo aguanta. Y créanlo, verla en 4DX, valdrá la pena aunque sea por un momento en especial.

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